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Ideas

Si florecieran cada una de las ideas como lo hacen las flores en la primavera, o si oscilara quizás, en algún momento de plenitud, alguna pizca de interés por el despertar de los fenómenos, podría ser que, eventualmente, la paz se vuelva un momento de disfrute. Es decir, aquél momento donde estamos con nuestros pensamientos, tan propios como ajenos, en estabilidad constante y serenidad mental. ¿Por qué no es posible, entonces, disfrutar el disfrute? Porque el disfrute es descanso, y el descanso no es racionalmente económico. La plenitud solo se produce en la obtención de la mercancía de la felicidad, pero no en la felicidad originaria y concreta. El ideal será, entonces, el reflejo de lo que seríamos en paz: solo una gota más en el vaso de la naturalidad eterna. 🌲 🌹

Visca los encuentros

Me tocó encontrarme con la lucha social cuando más alejado y desconectado de la realidad me encontraba. El viaje no solo me dio la chance de conocerme solo, sino también que me dio la posibilidad de acercarme a lo extranjero. Y allí estaba, con los bolsos, a 2 cuadras de la estación "Barcelona Nord", con destino a Madrid, frente al "Arc del Triump". Allí también había un grupo de personas, y al frente de ellas, Alex decía "paz y libertad para los presos políticos".  Casualmente era 16 de Septiembre, fecha donde la huella mnémica nos recuerda quienes han hecho desaparecer a quienes nos han querido dar un presente mejor y más igualitario. La noche de los lápices, del otro lado del charco, se traducía en "la noche del grito". Levanté la vista, y Alex estaba a un costado, cantando con el resto de los allí reunidos. "Hola, ¿cómo estás? Soy Juan, de Argentina, y estoy acá de vacaciones. Me llamó la atención este encuentro. ¿De qué se trata?&

Pozos.

Se intentan superar todos esos obstáculos que se reconocen como tales, puesto que no habría preocupación de saltar aquel pozo que tenemos enfrente si este, realmente, no existe. O será, quizás, aquel efecto de inseguridad ante el acontecimiento inmediato. No podemos frenar, ni siquiera por un momento, el tiempo para prepararnos y recibir cómodamente aquello que nos desestabiliza. Pero, interpreto, que la necesidad de que sea así es la condición del aprendizaje y de la vida misma: ¿cuál sería la emoción de esperar algo que sabemos como sucederá? Mientras tanto, negativizar una salida de la zona de confort es casi tan simple como negar la posibilidad de encontrar una puerta abierta a un mundo que, aunque no lo parezca, es tan desconocido como nosotros mismos. "Qué será de mí", diríamos con constancia, mientras el universo se mueve y nosotros somos polvo. Qué hacer con dicho polvo, diría, quien se cuestione el pozo a saltar.

La operación cóndor

De la sangre derramada, de la vertiente que llora las lágrimas silenciadas, del viento que recorre la cordillera acallada, de las olas que no mueven los caudales del río de la plata, de las lluvias que ya no mojan el suelo de la selva amazónica ni de la llanura pampeana, del sudor famélico y oscuro de la sudestada represiva.  Los que hoy lloran la trama rugosa y la estructura texturada de un proceso siniestro, que ha lastimado y atravesado las pieles más fuertes de los resistentes hermanos, reivindican la procesión eterna de un movimiento que apela a la materialización del desaparecido, a la vuelta en vida del extrañamiento soslayante, a la preciosidad del abrazo cálido que se perdió en un instante frío.  Toda una frazada operativa al servicio de quien duerme con estufas y fuego en sus pies, dejando al desnudo y a la intemperie a nuestro espíritu en invierno. No cualquier invierno, sino el más frío, y el que más se replicó, y el que llegó a helar el fervoroso corazón del cercano

Viento

Solo los susurros del viento en la ventana, nos movilizan la estructura de las vertebras sordas y ciegas, aquellas que por callar cuando no debían acumulan el peso de la nostalgia de no habernos levantado a tiempo. Pero, ¿Sabes algo? A veces correr no es moverse rápido. Quizás sea solo no levantar todo el polvo que nos marcó aquella vez, mientras el viento y la lluvia se llevaban el único recuerdo de nuestra felicidad. 

Lo que el viento se lleva, y sigue ignorando.

El viento puede verse de muchas formas. No es solo la brisa primaveral de los cuentos infantiles, no es solamente el pampero bonaerense, no es la tempestad arrasadora de la naturaleza. Es más que eso. El viento es nuestro contexto, nuestro ambiente, nuestra selva, y a nosotros nos sigue llevando. Se llevó a Anahí, y lo ignora. Ignora todo nuestro presente, pasado, y predica un futuro lleno de vacío. Allí al fondo, donde muere el mar, las ilusiones por la igualdad y el respeto parecen morir, así como muere el sol atrás del cordón montañoso del oeste. Y este sol apaga las luces, deviene en noche. Una noche en la que el miedo se transforma en eterna compañía. Vamos de la mano con la muerte, ignorándola como posibilidad de nuestro estado de vida. Y vamos, y van, y siguen yendo. Y se siguen yendo. Lo lapidario es el momento, lo que mata las ilusiones es que sea constante y repetitivo. ¿A caso a quien maneja los hilos de la compañera de la noche, no les alcanzó con todas nuestros amore

Crítica a la crítica sobre el paro docente.

"Los maestros, de ninguna manera, deben abandonar a los alumnos"* Empiezo con el título de una nota publicada en el diario de mayor tirada nacional, por lo tanto, en el medio de comunicación con más alcance del país. ¿Vamos bien? Miramos el conflicto, más viejo que la injusticia (y, oh, una injusticia más), y leemos esto, resaltado en negrita, con letras más grandes. Leemos lo que resalta (bah, queda lo que más se nota), y se genera un significado. Y pasamos a las condiciones de reconocimiento de dicho titular: "la brecha", "la lluvia de inversiones", "el segundo semestre", etc. Lo que quieras. Metelo acá, sin partidos políticos, pero con política. Porque la circulación y reproducción de un mensaje es, además de productora de sentido, una cuestión política. Fundamentalmente política. Se va formando un estado de cosas. Se crea, se recrea. Reproduce, viraliza, blah. Se comenta, se megustea, se pone carita feliz, corazón, favorito. Y s